Con más de veinte libros publicados, que incluyen antologías y traducciones, Luis Enrique Délano destaca como una figura importante en la cultura nacional.

Nació en Quillota en 1906. Cuando cursaba su educación secundaria conoció a Romeo Murga, quien fue su profesor. En 1925 participó activamente en la candidatura de Vicente Huidobro. Un año después, viajó a Santiago para estudiar Derecho y Pedagogía en la Universidad de Chile, carreras que abandonó al poco tiempo. Dueño de un espíritu inquieto, Délano exploró distintos géneros literarios, en los que demostró su pluma ágil y su calidad escritural.

En 1926, junto al poeta Alejandro Gutiérrez publicó su primer libro de poemas El pescador de estrellas. En esa misma época, comenzó a colaborar en el diario El Mercurio, labor que le permitió ganarse la vida y ejercitar su escritura.

En 1928, publicó su libro de relatos La niña de la prisión y otros cuentos, que la crítica señaló como un ejemplo de la estética imaginista. En el prólogo escrito por Salvador Reyes, se valora la creación del autor basada en la imaginación, contraponiéndose a la estética criollista predominante por esos años. Esta publicación reactivó la polémica entre criollistas e imaginistas encabezada por Alone y Manuel Vega. Este volumen de cuentos definió el primer momento en el desarrollo de una estética personal, que más tarde cambiaría de rumbo producto de las experiencias vividas por el autor.

En 1934 viajó a España becado por el gobierno español para estudiar la carrera de Letras en la Universidad de Madrid. Durante este período continuó su labor periodística como corresponsal para El Mercurio. En esta ciudad fue testigo de la explosión de la guerra civil Española, hecho que determinó un nuevo camino en su producción literaria y que consolidó su compromiso político como militante del Partido Comunista. Motivado por estas experiencias escribió Cuatro meses de guerra civil en Madrid (1937) y Sobre todo Madrid (1970).

En 1937 regresó a Chile y se integró a la agrupación de intelectuales contra el facismo. Ese mismo año asumió como director de la revista Ecran, cargo que desempeñó hasta 1939. Luego fue director de diversas publicaciones períodicas: Qué hubo, entre 1939 y 1940; y Vistazo, en 1952.

Paralelamente a su actividad como escritor y periodista, cultivó la pintura como un oficio secreto. Su obra pictórica fue dada a conocer sólo cuatro años después de su muerte, en una exposición organizada por Fernán Meza. Esta muestra reunió 50 óleos del autor y fue realizada en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile.

Como figura pública, Luis Enrique Délano ocupó cargos diplomáticos como cónsul de Chile en México, entre 1940 y 1946; en Nueva York, entre 1946 y 1949; y como embajador en Suecia y otros países escadinavos entre 1970 y 1973.

Su compromiso político con el gobierno de la Unidad Popular, determinó que después del golpe de Estado de 1973 fuera exiliado del país. Lejos de Chile, colaboró activamente en diversas actividades culturales y políticas denunciando los atropellos del régimen militar.

Después de una extensa trayectoria artística, Luis Enrique Délano falleció en 1985, acompañado de su esposa Lola Falcone y su hijo Poli Délano, un año después retornar al país.