Publicada por primera vez en 1979, La lección de pintura es una de las obras de Adolfo Couve relevada por la crítica. Con este título sugerente se despliega un relato en el que el hilo conductor nos introduce en el nacimiento de la vocación pictórica de un niño, sumergido en el mundo rural de Llay llay, específicamente en Morandé. A medida que avanza la narración, la trama mezcla la conciencia y la inconciencia del protagonista hasta que encuentra su impulso creador. El conflicto central de esta obra aborda un tema que parece ser vívido en el autor: la sensación de tener que afrontar una realidad secreta, una particular manera de apoderarse del mundo, que no puede ser expresada sino a través de los materiales de la pintura. Este diálogo directo con la experiencia vital traducida en las peripecias del personaje, han provocado que la crítica considere a La lección de pintura como un ejercicio estético, en el que Couve imprime las consideraciones fundamentales de su propia motivación creadora.