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Reforma estudiantil en Claridad

Entre 1920 y 1923, la Federación de Estudiantes de Chile lideró el debate en torno a la reforma estudiantil y, en específico, respecto a la reforma universitaria. Esta discusión fue la continuación de la preocupación sobre el ámbito educativo que ya se había manifestado desde los primeros años de la asociación.

Parte de estas discusiones iniciales se reflejaron en Juventud y también en la Declaración de Principios, texto que surgió de la Primera Convención de Estudiantes (1920). Hacia fines de 1920, el debate respecto a la reforma estudiantil se comenzó a trasladar a Claridad, órgano de la Federación.

El interés de Claridad por el problema de la educación y la necesidad de una modernización del aparato educativo se dio, por un lado, a partir de la influencia del proceso de Reforma Universitario en Córdoba, Argentina, de 1918. Por otro, se relacionó con el compromiso con la educación de varios de los redactores y colaboradores del periódico, quienes estudiaban "una o dos carreras pedagógicas a la vez", así como también algunos de ellos ejercían "ya sea como voluntarios, alumnos en práctica o como profesionales, la cátedra en liceos o instituciones educacionales de la capital y en provincias", como fue el caso de Eugenio González Rojas (1903-1976), Romeo Murga Sierralta (1904-1925), Gerardo Seguel (1906-1950), Salvador Fuentes Valdés y Armando Ulloa Muñoz (1899-1928) (Aranguiz, Santiago. "La reforma estudiantil en la Universidad de Chile entre 1920-1923 examinada a través de la revista Claridad de la Federación de Estudiantes: algunos elementos para su comprensión". Mapocho. Número 58, 2005, p. 112).

Por intermedio de Claridad, la Federación de estudiantes defendió y promovió la idea de una modernización del aparato educativo. Según su diagnóstico, el rol del Estado Docente, expresado en la entidad del Consejo de Instrucción Pública, estaba anquilosado ya que no permitía "el desarrollo de las posibilidades expresivas del ser humano". Falencia que se evidenciaba, entre otros aspectos, por ejemplo, en la ausencia de libertad de cátedra, la asistencia obligatoria y la restricción al alumnado de llevar discusiones en los recintos de la universidad fuera del horario de clases (Aranguiz, p. 113).

Para los alumnos, en palabras del estudiante Raúl Silva Castro (1903-1970), la reforma implicaba una nueva idea de universidad: el paso de una concepción clásica -considerada añeja, quieta, una "máquina encargada de fabricar profesionales y la oficina de despacho de los títulos anhelados"- a una moderna, abierta a los cambios, a ampliar la participación del alumno en los procesos de la propia universidad e implicaba una "democratización de la cultura, o mejor una socialización de los instrumentos necesarios para adquirirla" ("Los dos conceptos de la Universidad". Claridad. Año 2, número 57, 1922, p. 3).

En concreto, los principios que guiaron la reforma universitaria que los estudiantes defendieron se sintetizaron en cuatro ideas. En primer lugar, la necesidad de la autonomía de la universidad como entidad independiente de los lineamientos estatales. Esto implicaba que las decisiones de la institución pasaban por el consejo directivo, que debía tener entre sus integrantes a representantes de los profesores, estudiantes y exalumnos. Como segunda idea se planteó la libertad de cátedra de los docentes, lo que incentivaría la libre discusión entre alumnos y sus maestros. Un tercer aspecto se refirió a la necesidad de la revisión de la metodología y el contenido de los estudios. En cuarto lugar, abogaban por la importancia de la extensión universitaria. En este sentido, para los estudiantes, la "universidad debe vincularse a la vida social y atender a la difusión de las ciencias, de la filosofía y de las artes, por medio de cursos libres y de conferencias especiales" (Atria, Sergio. "La Semana Universitaria". Claridad. Año 2, número 57, 1922, p. 4-5).

Además de la discusión ideológica, en Claridad la iniciativa reformadora de los estudiantes se desarrolló en otras acciones con el fin de discutir los principios de base de la modernización que buscaban, como las asambleas; los mítines, usualmente realizados contra las acciones del Consejo de Instrucción Pública; y la huelga.