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Recuerdos del mineral de El Teniente

El italiano Salvador Giambastiani, a pesar de su breve carrera en Chile, constituyó un hito en la producción cinematográfica nacional. Llegado en 1915 al país, fundó Giambastiani Films, que ofrecía servicios cinematográficos a instituciones y particulares (registros de familias). Su punto más alto fue la elaboración, por encargo de la minera estadounidense Bradden Copper, de Recuerdos del mineral de El Teniente en 1919. Se trata de uno de los primeros documentales con intención narrativa, con un montaje más complejo, con diversos puntos de vista. En él, Giambastiani aborda un mismo objeto, el mundo del mineral, siguiendo diversas líneas narrativas, centradas en la vivienda, lo laboral, el transporte, la recreación, etc. Muerto Giambastiani en 1921, la obra cayó durante varias décadas en el olvido, hasta que en 1955 fue encontrado en una bodega de la empresa en Rancagua. Restaurado por los cineastas Patricio Kaulen y Andrés Martorell, que además le incorporaron una banda sonora, el material fue exhibido en el país, constituyendo un hito en la recuperación de la memoria fílmica nacional.