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Carteros de Chile

Los carteros tienen una larga data en nuestro país. Desde un punto de vista amplio, podríamos considerar que, antes de la creación del oficio propiamente tal, el ejercicio de enlace entre el emisor y receptor de un mensaje fue desarrollado por diversos sujetos. Los chasquis ejercieron esa función, inaugurando el servicio de mensajería precolombino en Chile, aunque también diversos integrantes del pueblo mapuche desarrollan esa actividad para avisar de amenazas bélicas externas.

Durante la Colonia, esta actividad fue ejercida por las "sirvientas de razón", principalmente esclavas negras que intercambiaron los mensajes y rumores de sus amas de elite. El historiador Benjamín Vicuña Mackenna menciona que "consistía la especialidad de ésta en los recados de casa a casa, que ahorraban el papel de las esquelas, sobre todo en los días de regalos" (Vicuña Mackenna, Benjamín. Historia crítica y social de la ciudad de Santiago. Tomo II, p. 427).

Alfonso Calderón postula que el momento preciso en que surgen los carteros es con las Ordenanzas de Correos de 1762. Allí se dispone el uso de buzones en las rutas postales. Dice una parte de esta moción legislativa: "No pudiendo despacharse las cartas al público enteramente por la reja de los oficios (buzones) a causa de no acudir sus dueños a sacarlas, se ha hecho preciso destinar sujetos determinados que las lleven a las casas, los cuales se llaman 'carteros'". (Calderón, Alfonso. 260 años del correo en Chile: 1747-2007, p. 46). Sus obligaciones eran dar cuenta de los cambios de domicilio e investigar las nuevas direcciones hasta dejar las cartas en las manos del destinatario correspondiente. Según Calderón, el primer cartero chileno fue Bruno Ramírez, quien fue elegido para ocupar ese cargo en 1771. En ese entonces, ellos recibían un cuarto de real por cada carta entregada en los domicilios.

Sin embargo, fue con la modernización del correo en el siglo XIX que el oficio de cartero comenzó a profesionalizarse. El 6 de marzo de 1863 se dictó un decreto para regular las funciones, atribuciones y hasta los sueldos de los carteros ambulantes: 30 pesos. Más adelante, recibieron una indumentaria definitiva que los caracterizó durante mucho tiempo.