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La invitación al olvido

"Padre, todo está en ti.

Tu nombre resuena entre los ecos claros de los cielos.

Tarde, noche, alba, te persiguen tenazmente.

Pero tu sueño es de nosotros,

Tu frío es de nosotros,

Tu voz se alza allá en el sur dulcemente inundado por tus aguas,

Poblados de deseos insatisfechos,

Padre, lloras entre tus muslos inacabables.

Todo está en tu calma.

Más ancho que el ausente otoño

Te vas extendiendo en la tierra del cielo.

Fuego eres o agua, hierba

Que el ausente sol un día calcinara.

Bajo la penumbra estás sin que el tiempo de los dioses te penetre".