La formación como historiador de Álvaro Jara comenzó desde sus inicios ligada a la historia económica, especialidad que luego se transformó en una de sus materias de estudio predilectas. Ya como estudiante tenía la convicción de que era necesario indagar en interrogantes no formuladas de historia de Chile, al igual que en otras problemáticas del pasado latinoamericano tradicionalmente no consideradas en los estudios historiográficos. A partir de esta convicción, creía que si se abordaban las fuentes primarias con mayor prolijidad y énfasis a través de nuevos métodos de trabajo, era posible construir una historia que indagase en nuevos aspectos, y que aportara nuevas y desconocidas perspectivas a la historiografía de América Latina.