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exilio

Alfonso Alcalde tuvo una existencia bastante trajinada y en su juventud viajó por casi toda América, pero a partir de septiembre de 1973 su espíritu nómade adquirió una condición diferente. El golpe de Estado de 1973 lo sorprendió en Montevideo, Uruguay. En Chile su casa fue allanada. Se refugió primero en Buenos Aires, trabajando para la editorial Crisis y desde allí viajó a Rumania y Alemania Oriental. Luego se trasladó a Israel y se radicó en un kibutz. Allí publicó el reportaje Así trabajo yo, dedicado a la vida de los inmigrantes en Israel, con el que continuaba sus series periodísticas chilenas.

Más adelante deambuló por París y por la isla de Ibiza, donde sobrevivió vendiendo joyas y collages a los turistas. Regresó a Chile en 1979, momento en que inició un complejo proceso de reinserción.