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premios y reconocimientos

El manejo del lenguaje del teatro en la escritura de Sieveking fue tempranamente reconocido. Mientras cursaba la carrera de Arquitectura, participó en el concurso de obras que se presentaron en el Primer Festival de Aficionados que se realizó en el Teatro Antonio Varas. "Gané yo, cosa que era imposible de evitar, porque se presentaron tres obras y las tres eran mías", comentó el autor, con su humor habitual. En su obra Encuentro con las sombras, Sieveking mismo interpretó al protagonista, un bailarín de ballet que perdía su cordura debido a una caída. Sieveking señaló: "En ese momento, mi obra ganadora fue calificada de incomprensible, porque tenía muchos racontos; era, en el fondo, parecida a un guión de cine" (Guerrero del Río, Eduardo, ed. Acto único: dramaturgos en escena, p. 207).

Desde entonces, Sieveking fue reconocido en varias oportunidades: en 1959 su obra Parecido a la felicidad ganó el premio a la mejor obra de teatro en el Concurso Nacional de la Municipalidad de Santiago. Dos años después La madre de los conejos obtuvo el segundo premio en el Concurso Anual de Obras Teatrales del ITUCH. En 1962, el montaje de Ánimas de día claro fue premiado con el Laurel de Oro. Su pieza Pequeños animales abatidos ganó, en 1974, el Premio Casa de las Américas de Cuba. En 2008 ganó un premio Altazor por su trabajo actoral en la película La vida me mata.