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Rafael Jover (1845-1896)

Rafael Jover fue un editor de imprenta nacido en Granada, España. Durante sus primeras décadas de vida cursó estudios en el Instituto Provincial de Zaragoza, posteriormente concluyó sus estudios superiores en Palma de Mallorca, graduándose como perito comercial, título equivalente a profesor de contabilidad. Además, en 1868 se graduó de Arquitecto en la ciudad de Barcelona (Feliú Cruz, Guillermo. Francisco A. Encina. Historiador. Santiago: Editorial Nascimento, 1967, p. XV-XVI)

En 1870, se asoció a la Casa Editora de Libros Simón y Montaner de Barcelona. Ese mismo año, Jover emprendió un viaje por América Latina para difundir libros de la casa editorial; permaneció un año en Río de Janeiro, para pasar después por Montevideo y Buenos Aires (Feliú Cruz, Guillermo, p. XVI). En 1871 llegó a Santiago de Chile, donde fundó la Casa Editorial de los Libros Ilustrados, que más tarde recibió el nombre de La Joya Literaria. A inicios de la misma década viajó a Perú por motivos de negocios, volviendo a Chile en 1876. A finales de la década creó la Imprenta Cervantes, un taller donde editó obras de Benjamín Vicuña Mackenna (1831-1886), Alberto Blest Gana (1830-1920), Miguel Luis y Gregorio Víctor Amunátegui, Diego Barros Arana (1830-1907), entre otros autores (Subercaseaux, Bernardo. Historia del libro en Chile (Alma y Cuerpo). Santiago: Editorial Andrés Bello, 1993, p. 70).

Uno de los trabajos editoriales más relevantes emprendidos por Rafael Jover fue la impresión de Historia General de Chile de Barros Arana. Esta obra, constituida por 16 volúmenes y más de 9.000 páginas, fue impresa entre 1884 y 1902, incluyendo ilustraciones y viñetas (Subercaseaux, Bernardo, p. 98). Sus últimos tres tomos se publicaron tras la muerte de Jover, gracias al trabajo de Josefina Mariscal, su esposa, por lo que los datos de publicación en la portada del volumen número 14 cambiaron de "Santiago. Rafael Jover, editor. Calle De la Bandera, núm. 73" a "Santiago. Josefina M. v. de Jover, editora. Calle De la Bandera, núm. 73"; para el volumen 15 a "Santiago. Josefina M. de Palacios, editora. Calle De la Bandera, núm. 73"; y, para el volumen 16, a "Santiago de Chile. Imprenta Cervantes. Bandera, núm. 50" (Martínez Baeza, Sergio. El libro en Chile. Santiago : Biblioteca Nacional, 1982, p. 321).

Otra obra importante en su carrera fue la publicación del texto La Lectura y Corrección de Pruebas de Imprenta, fruto de su trabajo de recopilación y selección de manuales de tipografía de la época, el cual se refiere en específico a las labores de la composición de textos y de corrección de pruebas.

Este texto fue publicado inicialmente en seis entregas durante el año 1888 en Revista de artes y letras (1884-1890), con el título "Instrucción para la lectura y corrección de pruebas de imprenta (extractada de los manuales de tipografía de Frey, Lefèvre, Giráldez, Famades, etc.)". El mismo año se editó en formato libro en Santiago por intermedio de la imprenta Cervantes, con la suma de dos apéndices: "Lista de algunas voces técnicas de la tipografía que debe conocer el corrector de pruebas" y "Diccionario de algunas palabras homófonas", el que fue extraído de los Tratados de Ortología y Ortografía de la lengua castellana de José Manuel Marroquín (1927-1908).

El propósito declarado de esta "Instrucción" era compendiar las reglas "más usuales", recogidas de "diferentes tratados de tipografía", no para el uso de correctores y tipógrafos -para quienes tales reglas eran "conocidas"- sino para "los profanos en el arte", a saber, "las personas ilustradas" que "se vean en la necesidad de revisar o corregir pruebas de imprenta sin que posean los conocimientos técnicos necesarios" (Jover, Rafael. "Instrucción para la lectura y corrección de pruebas de imprenta". Revista de artes y letras. Tomo XII, Santiago, 1888, p. 72)

En el ámbito literario, Rafael Jover fue autor de un tomo de poesía que tituló Renglones desiguales (el que incluyó su traducción desde el portugués de la obra Catón de Almeida Garrett) y una comedia a la que dio el nombre Quien mucho abarca… (Feliú Cruz, p. XXI). Esta obra fue premiada en 1873 en el primer concurso dramático realizado por la Academia de Bellas Letras (1873-1881) de Santiago.

Según Bernardo Subercaseaux, la imprenta Cervantes fue una de las imprentas más modernas e importantes a lo largo del territorio nacional (p. 98). Los impresos que salían del taller se caracterizaban por su alta calidad, por lo que algunas ediciones fueron distinguidas en las exposiciones industriales de 1884 y 1888, adjudicándose la imprenta el primer premio y una medalla de bronce en la exposición de París en 1889 (Feliú Cruz, p. XVII).

La llegada de Rafael Jover a Chile constituyó un aporte al mundo editorial chileno. Asimismo, la Imprenta Cervantes, tras su muerte en 1896, siguió funcionando gracias, entre otros factores, a la continuidad que le dio su esposa (Farías, Eduardo. "Josefina Mariscal de Palacios: la primera editora chilena de libros". Centro de Estudios Gráficos, 24 de enero de 2020. Recuperado de Archive.org). Entre los libros publicados durante este periodo se encuentran los dos tomos del Diario de residencia en Chile durante el año 1822 y de viaje de Chile al Brasil en 1823 de Maria Graham (1785-1842); investigaciones de Rodulfo Amando Philippi (1808-1904), como Las tortugas chilenas y Sobre las serpientes de Chile; los libros El terremoto del Señor de Mayo de Daniel Riquelme Venegas (1857-1912), Canciones de Arauco de Samuel Antonio Lillo Figueroa (1870-1958), Hacia el Oriente de Iris (1868-1949); así como las entregas de la Revista de la Sociedad de Folklore chileno.

En el año 1934, la imprenta cerró sus puertas, con Nicolás González Vial como su último dueño (Feliú Cruz, p. XVII).