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Mástil (1929) y Minarete (1930)

revistas de vanguardia, vanguardias
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El día 26 de julio de 1931, Carlos Ibáñez del Campo (1877-1960) renunció a la Presidencia de Chile, abandonando esa misma noche el país rumbo a Argentina. Ese domingo se había realizado en el Cementerio General el funeral del profesor de Historia del Liceo de Aplicación, Alberto Zañartu Campino, quien fue alcanzado por "una bala de carabina" el día anterior, en medio de las manifestaciones que rodearon otro funeral, del estudiante de Medicina Jaime Pinto Riesco, también fallecido a causa de un disparo efectuado por carabineros, el 24 de julio (Moraga Valle, Fabio. "Muchachos casi silvestres". La Federación de Estudiantes y el movimiento estudiantil chileno. 1906-1936. Santiago: Ediciones de la Universidad de Chile, 2007, p. 519). Dos días antes, según Tito Mundt (1914-1971), "un carabinero ensartó literalmente con su lanza a un pacífico transeúnte en la esquina de Agustinas con Tenderini' (Mundt, Tito. Las banderas olvidadas: reportaje a una época apasionante. Santiago: Editorial Orbe, 1964, p. 23).

Este clima de represión y abuso de poder en las calles de Santiago caracterizó el término del gobierno de Ibáñez y finalizó una semana de manifestaciones ciudadanas y estudiantiles que tuvieron entre sus hitos la toma de la Casa Central de la Universidad de Chile, el 20 de julio por el recién fundado Grupo Avance, que reunía a estudiantes de la Facultad de Derecho como Oscar Waiss Band (1912-1994), René Frías Ojeda (1908-) y Roberto Alvarado, entre otros.

Si bien Ibáñez triunfó de manera amplia en las elecciones presidenciales de 1927, su gobierno fue "dictatorial en los hechos", pues implementó un conjunto de medidas represivas como la censura de la prensa, la supresión de la libertad de reunión, "la cárcel y el destierro de los opositores" (Moraga, p. 479), como respuestas a la merma sostenida en el apoyo popular.

Durante el periodo de Ibáñez, el movimiento estudiantil vivió una etapa de desorganización que condujo a la despolitización de los estudiantes, proceso que había comenzado hacia 1926 con la disolución de la Federación de Estudiantes de Chile. En este contexto, la rearticulación política de las organizaciones estudiantiles tuvo un conjunto de hitos entre los cuales se contó la publicación de Mástil (fundada en 1929), Cartel Universitario (1930) y Minarete (1930), entre otras publicaciones que funcionaron como espacio de recomposición de las organizaciones políticas y como tribuna de una cultura literaria en formación, nacida de instituciones educativas estatales como el Liceo de Aplicación y el Instituto Nacional (Moraga, p. 501).

Algunas de estas publicaciones periódicas estuvieron asociadas directamente al Centro de estudiantes de Derecho de la Universidad de Chile, como Mástil -cuyo primer número vio la luz en octubre de 1929 bajo la dirección de Juan Danus (1905-1977) y Augusto Santelices (1907-1980)- y Cartel Universitario -dirigida por el estudiante de nacionalidad ecuatoriana Rafael Augusto Aguilar- o vinculadas con estudiantes de Derecho, como Minarete.

Estas revistas tuvieron un desarrollo paralelo a la rearticulación de la Federación de Estudiantes y la intensificación de las protestas contra el gobierno de Ibáñez. El 4 de agosto de 1930, mientras se disipaban los rumores de un posible golpe militar contra Carlos Ibáñez del Campo, en una asamblea convocada por el Centro de Estudiantes de Derecho, Julio Barrenechea (1910-1979) fue elegido Presidente de la Federación de Estudiantes, rebautizada como Federación Universitaria de Estudiantes de Chile. Para entonces, Mástil había publicado dos números, Cartel Universitario cuatro y Minarete -cuyos colaboradores y su director, Oscar Waiss, posteriormente iban a fundar el citado grupo universitario Avance- ya había publicado los tres números que componen su corto periodo de vida, entre abril y junio de 1930.

Estas revistas universitarias y culturales, "sirvieron para canalizar el descontento generalizado de los sectores más sensibles y de la vanguardia social y política" (Moraga, p. 500); impulsaron la rearticulación del movimiento estudiantil; dieron cabida a una producción literaria que tenía sus raíces en la generación de escritores vinculados con las vanguardias artísticas y políticas de comienzos de la década de 1920; y promovieron la creación de escritores jóvenes como el propio presidente de la renacida Federación, Julio Barrenechea.

En el segundo número de Mástil, Neftalí Agrella (1896-1957) -que en 1922 fue uno de los principales gestores del cartel Antena. Hoja vanguardista y de la hoja literaria Elipse. Ideario de nuevas literaturas, así como de la revista Nguillatun (1924), todas publicaciones de Valparaíso- dio a conocer su poema "La concertina astral". En su tercer número (de agosto de 1930), publicó también un conjunto de once haikai.

Estos tres primeros números, orientados a la literatura, incluyeron también fragmentos de "Escritura de Raimundo Contreras" de Pablo de Rokha (1894-1968), así como el artículo "Poetas de vanguardia en Chile", firmado por Ángel Cruchaga Santa María (1893-1964), quien daba cuenta del trabajo de Vicente Huidobro (1893-1948), Manuel Rojas (1896-1973) y el mismo de Rokha (Moraga, p. 505).

Minarete, por su parte, revista de "arte, literatura, crítica", siguió el ánimo de exaltación de la juventud que se vivió en la generación literaria y política de 1920, a través de revistas como Juventud (1911-1951) y Claridad (1920-1932), publicó colaboraciones de jóvenes escritores que también participaron en Mástil y Cartel Universitario como Augusto Santelices, Rafael Augusto Aguilar, Julio Barrenechea y Orlando Torricelli, poemas de Oscar Waiss, textos críticos de Norberto Pinilla y, además, obras de algunos escritores contemporáneos latinoamericanos como la peruana Magda Portal (1900-1989) y el peruano Julián Petrovick.

Además, Minarete anunció entre sus páginas la fundación de una editorial del mismo nombre: "El primer libro que publicará será un volumen de versos de Julio Barrenechea, El mitin de las mariposas que aparecerá en junio. En julio aparecerá un libro de ensayos de Oscar Waiss, rotulado Nosotros los jóvenes. A continuación publicarán versos Orlando Torricelli, cuentos Emilio Osnovikoff, ensayos René Arriagada. Preparan también libros René Frías Ojeda, Diógenes Linterna, Raúl Cañón, etc." (Minarete. Año 1, número 2, mayo de 1930, p. 12). No obstante, solo se publicó El mitin de las mariposas hacia el último trimestre de 1930, mientras Barrenechea estaba relegado en La Serena por orden del gobierno, acusado de ser cabecilla político de las movilizaciones estudiantiles que tomaron fuerza durante ese año (Moraga, p. 512).

Estas revistas conformaron un espacio en el que la literatura contemporánea, una intelectualidad joven y la política de izquierda se encontraron, siendo Mástil, entre ellas, "el paradigma de la evolución desde la vanguardia artística y estética hacia la vanguardia política" (Moraga, p. 503). Este cambio comenzó a hacerse más notorio con la publicación del cuarto número de la revista -que llevaba por subtítulo "Índice de ideología universitaria"- en el mes de junio de 1931, "un mes antes de la caída de Ibáñez. Tenía un nuevo directorio presidido por Manuel Contreras Moroso y secundado por Oscar Waiss Band, Humberto Cantuarias y Mario Hermosilla". A partir de entonces, la línea editorial de Mástil privilegió la temática política, manifestando su adhesión al comunismo.

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