Subir

Ariel (1925)

revistas de vanguardia, vanguardias
revistas de vanguardia, vanguardias

Ariel fue un grupo formado por cinco poetas: Fenelón Arce (1900-1940), Homero Arce (1901-1977), Gerardo Moraga Bustamante (1897-), Juan Florit (1900-1981), Rosamel del Valle (1901-1965) y el artista plástico Efraín Estrada Gómez, quienes editaron la revista homónima, en la que buscaron dinamizar las letras nacionales por medio de la presentación de obras de autores que no se ajustaban a los códigos de la literatura realista del momento; la formación de una red con artistas de otros países -como los peruanos Julián Petrowick y Alberto Hidalgo (1897-1967), el uruguayo Juan Filartigas (1900-1970) y el argentino Jacobo Fijman (1898-1970)-; y por su filiación con el futurismo y el creacionismo.

El nombre de la agrupación derivó de la influencia del ensayo del mismo nombre escrito por el uruguayo José Enrique Rodó (1871-1917), quien también fue referente para otros escritores chilenos, como los vinculados con la Revista contemporánea (1910-1911) dirigida por Pedro Prado (1886-1952). En este ensayo, publicado en 1909, Rodó instaba a la juventud de América a valorar la realidad americana, "trazar un programa propio, renovar los valores y comprometerse con una tarea de futuro que permita la unidad intelectual y moral del continente" (Lizama, p. 236).

En marzo de 1925, el grupo Ariel escribió un manifiesto que fue difundido en los tranvías y en las murallas del centro de Santiago (Lizama, Patricio. "La revista Ariel: manifiestos y voces de la vanguardia". Revista Chilena de Literatura. Número 72, abril de 2008, p. 235). En junio del mismo año, el grupo publicó el primer número de la revista Ariel, con el manifiesto en portada acompañado por un dibujo de Efraín Estrada.

Siguiendo el tono del ensayo de Rodó, este manifiesto hizo un llamado a la "juventud pensadora" en miras de una urgente renovación cultural de la cual debía ser protagonista. Los autores expresaban que "llenos de júbilo inmenso de crear, tendiendo el arco de nuestras palabras por encima de la mediocridad y de la indiferencia, sin despojarnos de nuestra ideología libre, ni volviendo a caminos recorridos queremos ser fuertes y jóvenes y hacer obra de exaltación y dinamismo, porque nos hemos colocado frente a frente a la vida actual para hacer arte actual, en un impulso de andar con la hora que anda" ("Manifiesto". Ariel. Número 1, 1925).

También en este número, Ariel publicó un conjunto de poemas de Vicente Huidobro (1893-1948), acompañados por textos laudatorios de Florit, Moraga Bustamante y del Valle: "El homenaje de Ariel es al escritor que se aleja de las preferencias y los modelos legitimados, que abre espacios decisivos para la poesía chilena e hispanoamericana, y que instala una fractura dentro del sistema expresivo de la época con su poesía y su reflexión artística" (Lizama, p. 245).

Ariel buscó incentivar la lectura de otras publicaciones del momento que reseñó y elogió en la sección "Las revistas", tales como Claridad (1920-1932), Dínamo (1925), Rodó (1922-1926); y de ediciones internacionales como las argentinas Martín Fierro (1924-1927), Proa (segunda época, 1924-1926), Fuego (publicada hacia 1924 bajo la dirección de Eduardo González Lanuza y Jacobo Fijman), Inicial, revista de la nueva generación (1923-1927) y la revista uruguaya Nueva generación. El segundo número y final de la revista siguió este impulso en la sección "Almanaque".

Esta estrategia de filiación con otras revistas y artistas del tiempo fue complementada con artículos críticos en los que se solicitaba una nueva sensibilidad lectora. En este sentido, los textos firmados por Iván Petrov -seudónimo de Rosamel del Valle- en los que se indaga en la poesía de Neruda, Huidobro y Ángel Cruchaga Santa María (1893-1964) (publicados con el título genérico de "El espejo de Iván Petrov") y "En torno del arte nuevo" dieron cuenta de "una tarea imprescindible (…): elevar el código de recepción del lector. Este propósito se plasma en textos que ayudan a ampliar el gusto y facilitan un genuino entendimiento y valoración artísticas" (Lizama, p. 252-253).

Continuaron con este afán crítico dos integrantes del grupo, Gerardo Moraga Bustamante y Juan Florit, quienes en mayo de 1927 publicaron en Santiago el único número de la revista Andarivel, en el que se incluyó el texto firmado por Andrés Malfa, "Algo sobre el poema actual".

revistas de vanguardia, vanguardias