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Ediciones póstumas de Pedro Antonio González

Pedro Antonio González Valenzuela "publicó muy poco y en forma desordenada, es decir, sin recopilar personalmente una edición completa y definitiva de sus composiciones" (Raviola Molina, Víctor. El modernismo de Pedro Antonio González. Temuco: Escuelas Universitarias de la Frontera,1968, p. 20). Ritmos (1895), el único libro que publicó en vida, se editó gracias al trabajo de recopilación de Marcial Cabrera Guerra (1871-1912), mientras que el resto de los libros del autor fueron ediciones póstumas.

La primera de estas publicaciones póstumas fue Poesías, edición que la crítica ha atribuido mayoritariamente a Guillermo E. Miranda, aunque también se ha mencionado que la edición estuvo a cargo de Marcial Cabrera (Nómez, Naín. Antología crítica de la poesía chilena. Santiago: Lom Ediciones,1996-2000, p. 104).

En la portada de Poesías apareció el nombre de Guillermo Miranda como editor y también se indicaba en las páginas de cortesía que el libro estuvo a cargo de su imprenta (Rivalan, Christine. "Geometrías trasatlánticas en el primer tercio del siglo XX: las relaciones literarias y editoriales entre Chile, España y Francia". Mapocho. Número 79, 2016, p. 53-54). Miranda y su hermano Roberto trabajaron en el incipiente rubro de la edición nacional, principalmente, hacia fines del siglo XIX, en el caso de Roberto, y de Guillermo a inicios del siglo XX.

Poesías reunió cuarenta y nueve composiciones de Pedro Antonio González agrupadas en tres secciones: "Noctámbulas", "Temas" y "Poesías reunidas", aunque no se especificó el criterio de agrupación de los poemas en estos apartados.

En 1917, Armando Donoso Novoa (1886-1946) editó Poesías, libro de recopilación de los poemas de González. Donoso continuó revisando durante varios años este trabajo y publicó cuatro ediciones. La última de estas ha sido considerada como la obra más completa de la poesía de González. En este libro, Donoso se refirió en varias notas a pie de página a la edición de Miranda e indicó observaciones respecto a enmiendas a partir de su trabajo de investigación cotejando manuscritos del autor. También incluyó observaciones respecto a versiones de un mismo poema, como, por ejemplo, con la composición "El Proscrito", obra sobre la cual comentó su versión en manuscritos, la publicada en Pluma y Lápiz (1900-1904) en el homenaje póstumo de la revista en 1903 y la que apareció en la edición de Miranda.

Como conmemoración de los cincuenta años del fallecimiento del autor, en 1953, se publicó el libro El monje y otros poemas, edición a cargo de Carlos Poblete. El libro incluyó un prólogo escrito por el editor; el texto "Testamento lírico de Pedro Antonio González", carta que le escribió el autor a Marcial Cabrera mientras se hallaba en el hospital San Vicente de Paul, días previos a su fallecimiento; y quince poemas de Pedro Antonio González, entre los que se hallan la extensa composición "El monje", cuyo primer fragmento apareció en Santiago Cómico (1900) el 11 de noviembre 1900 (Raviola, Víctor. El modernismo de Pedro Antonio González. Temuco: Escuelas Universitarias de la Frontera,1968, p. 17).

En el prólogo, Carlos Poblete indicó que esta edición se publicaba en un contexto complejo para los escritores que manifestaran sus ideas -el libro se editaba al inicio del segundo gobierno de Carlos Ibáñez-, situación que le parecía asimilable a la vivida por Pedro Antonio González en su tiempo: "Hoy, como ayer, el escritor sufre en nuestros países un drama social agudizado. El simulacro cultural en que vivimos solo sirve de usufructo al caudillo analfabeto y al politiquero corrompido. El hombre de ideas no cuenta. Las ideas son peligrosas. Pedro Antonio sufrió intensamente ese drama, y una existencia urgida por el latigazo cotidiano de la miseria lo llevó a morir en una humilde cama de hospital, el 3 de octubre de 1903" ("Pedro Antonio González. Caballero del ritmo". En González, Pedro Antonio. El monje y otros poemas. Santiago: [s.n.], 1953, p. 6).