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El diario de viaje de Maria Graham

El Diario de una residencia en Chile ha sido leído, durante el siglo XX, como un diario de viaje, por lo que el foco de su estudio se ha puesto específicamente en las entradas de diario, dejando de lado los textos y documentos que lo enmarcan. En este sentido, las lecturas contemporáneas se han aproximado al libro enfatizando la filiación que este texto presenta con las escrituras literarias autobiográficas (Thompson, Carl. "Sentiment and Scholarship Hybrid Historiography and Historical Authority in Maria Graham's South American Journals". Women's Writing. Volumen 24, número 2, p. 187).

Una de las consecuencias de esta visión ha sido que parte de las ediciones y traducciones de la obra publicadas durante el siglo XX han reproducido la sección del diario de viajes prescindiendo parcial o totalmente del material documental que apareció en la primera edición inglesa.

Otra de las consecuencias es que esta visión no muestra la intención del diario de Maria Graham de inscribirse en el quehacer historiográfico decimonónico. La primera edición apareció con materiales que enmarcaban el libro: un bosquejo histórico, apéndices e ilustraciones. Estos documentos buscaban dar cuenta de información referencial para quienes desearan obtener información sobre Chile, así como también estaba elaborado para ser un insumo de futuras investigaciones acerca del país. Por ejemplo, en el prefacio del texto, Maria Graham indicó que el bosquejo "es quizás su parte más importante. Pocos son los informes que pueden procurarse de los seis primeros años de la revolución de Chile, sea que se les busque en los archivos de las secretarías de Estado, sea entre los papeles de los actores del drama" ("Prefacio". Diario de residencia en Chile (1822) y de su viaje al Brasil (1823): San Martín - Cochrane - O'Higgins. Madrid: Editorial América, [19--], p. 21). Efectivamente, el diario fue utilizado prontamente como fuente histórica, tanto por autores nacionales, Benjamín Vicuña Mackenna (1831-1886) entre ellos, como extranjeros.

Para validar su discurso en términos de la disciplina historiográfica, Graham utilizó distintas estrategias. Por una parte, aquellas que obedecieron a una forma más tradicional del discurso historiográfico, como la inclusión del "Bosquejo de la historia de Chile", pensado como un ejercicio histórico inicial para ser completado por investigadores venideros, pero que, en la visión de la autora, venía a llenar un vacío respecto al conocimiento que se tenía sobre Chile en el entorno anglosajón. También, la incorporación de seis anexos, entre los que se pueden hallar documentos como una relación histórica de la familia Carrera, correspondencias entre autoridades nacionales y extranjeras del periodo y un listado descriptivo de los árboles y arbustos de Chile preparado por Ambrosio O'Higgins (1720-1801) para ser enviado a Madrid a fines del siglo XVIII, que fue traducido al inglés por Graham.

Por otra parte, Graham utilizó la alusión explícita a fuentes que le fueron útiles para la construcción de su libro, tanto en la sección del "Bosquejo" como en la del diario de viaje. En esta última, por ejemplo, uno de los intelectuales a los que hizo referencia fue Alexander von Humboldt (1769-1859), quien, al igual que ella fue un viajero europeo que recorrió tierras americanas.

Otro conjunto de elementos que empleó para validar su discurso corresponde a estrategias más propiamente retóricas. En primer orden, presentó su diario de viaje como un escrito cuya pretensión era ser fiel a realidad. Tal ambición la explicitó a propósito de su reflexión, en una entrada del 31 de mayo de 1822, sobre los "diarios copiados", es decir, aquellos diarios que son editados a partir de los escritos originales para luego ser publicados. Para Graham, a pesar de que estos correspondan a versiones modificadas, serían igualmente "verídicos", respecto "a la naturaleza de las cosas y en cuanto a los hechos, y más verdadero por fin en cuanto a los buenos sentimientos que los que dictaron en algunas ocasiones las líneas de tedio y de sufrimiento" (p. 189).

En el camino para alcanzar esta "veracidad", en segundo orden, recurrió a elementos que usualmente se asocian a la literatura, tales como hipérboles, metáforas y "descripciones góticas". En este sentido, en la sección del "diario" existen narraciones de base literaria, entre las que se halla la caracterización de una de las boticas del puerto de Valparaíso y la de su dueño, descripción que "parece exagerada", "una creación de ficción, fuera de época y fuera de lugar en el Chile de la época de 1820". De este modo, "la inclusión de este personaje en el texto convierte al puerto en un lugar enigmático y calza con el plan de hacer aparecer dramático y romántico al nuevo país" y, por lo tanto, hacerlo más atractivo para los lectores del periodo (Akel, Regina. "Capítulo 6. El legado colonial español: Chile". Maria Graham. Una biografía literaria. Santiago: Editorial Universitaria, 2012, p. 135-136).