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Casa Colectiva

El derecho a la ciudad implica la necesidad de alojar a todos quienes exijan ese derecho. Muchas de las casas colectivas que existen hoy son el remanente de un período donde el Estado fue un actor relevante en la ciudad y un proveedor de aquellos derechos, al punto que, incluso, los privados trataron de imitar la acción estatal. La tipología del gran edificio con muchas casas en su interior abrió la posibilidad de pensar también ese volumen en su articulación con el espacio urbano, influyendo en la planificación de grandes paños de la ciudad. Por su extensión o bien por su imagen urbana, las casas colectivas lograron definir una identidad local y social.

  • Remodelación San Borja: Si bien no logró completarse en su totalidad, la Remodelación San Borja, construida entre 1969 y 1976, está conformada por una súper manzana con un parque interior de dimensiones similares al cerro Santa Lucía, unas pasarelas aéreas y una serie de torres distribuidas de forma aleatoria rodeando generosos espacios públicos. Aprovechando la demolición del antiguo Hospital San Borja, que liberó un terreno de grandes dimensiones a un costado de la Alameda, la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU) utilizó este proyecto como sello de su forma de entender la ciudad a partir de la vivienda colectiva. Hoy, pese a su estado de consolidación, sigue siendo ejemplo privilegiado del último momento en que el Estado fue un actor clave en la construcción de la ciudad chilena.
  • Unidad Vecinal Portales: En un terreno de 31 hectáreas que pertenecía a la Quinta Normal, entre 1954 y 1964 se desarrolló uno de los conjuntos de vivienda más emblemáticos del siglo XX. Financiado por la Caja de Empleados Particulares con apoyo de la Corporación de la Vivienda (CORVI), el complejo de 19 bloques y 460 viviendas, pensados para alojar a sectores medios, albergó a cerca de 11.000 personas. La liberación del suelo, para respetar el parque existente, justificó la construcción de las viviendas en bloques, junto a un sistema de espacios verdes comunitarios interrumpidos por casas individuales. A ello se sumaron calles elevadas para acceder a los bloques por el tercer nivel, que permitían llegar a bloques de siete pisos.

    Minisitio desarrollado en colaboración con Centro Cultural La Moneda en el marco de la exposición Casa Chilena. Imágenes domésticas.