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Casa Refugio

La casa, cuando es habitada para cumplir una misión en zonas generalmente aisladas y de climas adversos, más que una vivienda es un refugio. Las labores de soberanía, protección, investigación o extracción, entre otras, requieren de personas viviendo en este tipo de lugares, donde la casa debe priorizar el resguardo de la salud y las condiciones de habitabilidad. El rango de respuestas a esos entornos no depende necesariamente de los habitantes sino de las organizaciones para las que trabajan. Así, la Casa Refugio no es una propiedad sino un medio mínimo de supervivencia para ejercer una tarea en condiciones extremas.

  • Base Bernardo O'Higgins: Chile comenzó sus labores de exploración y soberanía en territorio antártico a partir de 1940, donde instaló, siete años más tarde, la primera base científica llamada Arturo Prat. Hoy el Instituto Antártico Chileno y las Fuerzas Armadas de Chile mantienen cuatro bases permanentes, cinco bases temporales (abiertas sólo durante el verano austral) y cuatro refugios, algunos en tierras disputadas con Argentina. Las bases y refugios, que deben resguardar de temperaturas medias alrededor de los -60 ºC, alojan a la población residente de unas 150 personas y también a científicos que realizan estudios relativos a la microbiología, glaciología, meteorología, biología marina y geología local.
  • Base Hotel Eso, Observatorio Alma: Chile ha fomentado la investigación en astronomía dadas las condiciones invaluables de su posición austral y la sequedad de sus cielos, que posibilitan una de las mejores visibilidades astrales del globo. Esta tradición de investigación comenzó a mediados del siglo XIX, con la instalación del primer observatorio en el cerro Santa Lucía, en Santiago. Hoy en día, el Observatorio Paranal, ubicado en la Región de Antofagasta, es uno de los más importantes del mundo y cuenta con una casa de grandes dimensiones para alojar a los miles de científicos que realizan residencias temporales de investigación. El inmueble fue construido en 2002 con el diseño de los arquitectos alemanes Auer+Weber. Para evitar la contaminación lumínica que puede intervenir las observaciones, esta casa-hotel se hunde en una depresión natural del suelo, fundiéndose en el paisaje desértico que lo rodea.

    Minisitio desarrollado en colaboración con Centro Cultural La Moneda en el marco de la exposición Casa Chilena. Imágenes domésticas.