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La imprenta en Hispanoamérica y Filipinas

Los viajes realizados por José Toribio Medina a través de Hispanoamérica le permitieron acceder a los estantes y depósitos de distintas bibliotecas. Además, su contacto con intelectuales le permitió conocer colecciones bibliográficas personales y bibliotecas privadas, con lo que tuvo un panorama general sobre las publicaciones e impresiones realizadas durante el período colonial y el siglo XIX tanto en España como América. Su trabajo sobre las Imprentas en Hispanoamérica fue complementando con datos recabados en sus visitas a las bibliotecas de Estados Unidos, Inglaterra, Francia y España.Con la recopilación de esa información y la adquisición de numerosos ejemplares impresos para su biblioteca personal, Medina tomó la decisiónde llevar a cabo un proyecto bio-bibliográfico que diera cuenta de todas las publicaciones relevantes para la historia hispanoamericana.

Entre 1875 y 1976, tras su estadía en Lima y mientras trabajó como parte de la legación de la embajada chilena, Medina comenzó su primer trabajo compilatorio sobre los impresos publicados desde la época del Virreinato del Perú hasta la consolidación de la Independencia en la década de 1820. El primer resultado de sus indagatorias fue un texto titulado La imprenta en Lima: epítome, 1584-1810 que referenció las impresiones revisadas por Medina hasta 1890, para luego ser completado en 1904 cuando publicó la versión definitiva de La Imprenta en Lima: (1584-1824) en cuatro volúmenes. En 1890, además, realizó el mismo trabajo considerando otras regiones y publicó La Imprenta en América: Virreinato del Río de la Plata y en 1891 Bibliografía de la imprenta en Santiago de Chile: desde sus orígenes hasta Febrero de 1817.

Su proyecto continuó la recopilación a lo largo de Latinoamérica y publicó sobre la imprenta en México (Epítome, 1892), sobre La Habana (1904), sobre distintas ciudades mexicanas como Veracruz, Yucatán y Oaxaca. Además de el estudio de las Imprentas en Caracas (1904), Bogotá (1904), Cartagena de Indias (1904) y Quito (1904). Otra obra relacionada fue la La Imprenta en Manila, capital de Filipinas que también fue una colonia española.

Todas estas compilaciones tuvieron en común ser índices de impresiones comentadas, donde Medina introdujo las biografías de los principales impresores y de los autores de los materiales, además de los datos editoriales, de origen y algunos comentarios sobre el contenido de los mismos. La importancia de este trabajo radicó en que los volúmenes sobre las imprentas en Hispanoamérica sirvieron al público bibliófilo y a los investigadores interesados en conocer estos textos, pero también a las bibliotecas como insumos para conocer sus propias pertenencias.

Así, por ejemplo, el escritor chileno Raúl Silva Castro escribió en 1969 que en una de su visita a la Biblioteca Nacional del Perú en Lima, que fue destruida por un incendio, se percató de que las personas que trabajaban en la reconstrucción de la biblioteca utilizaban como referencia La Imprenta en Lima: "Se me humedecieron los ojos cuando vi que el instrumento de comprobación utilizado era nada menos que La Imprenta en Lima, libro del cual se había procurado el número de ejemplares necesarios para que cada investigador pudiera seguir sus instrucciones. Era Medina, pues, vivo aun, quien circulaba en medio de esas mesas. Parecía asomarse tras el hombro de las damas dedicadas a esa labor de insigne paciencia, para alentar la obra tenue, casi impalpable, de la identificación" (Silva Castro, Raúl, "Presentación a la Edición Española", José Toribio Medina, Humanista de América, M. A. Bromsen (editor), Santiago: Editorial Andres Bello, 1969, p. 6).

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