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La imagen del sur de Chile en la “Guía del Veraneante”

El sur de Chile, y especialmente la zona lacustre, fue el destino turístico más recomendado por Ferrocarriles del Estado en la Guía del Veraneante. A través de avisos publicitarios, mapas, imágenes y textos descriptivos, la revista constantemente centró la atención de los turistas hacia esta zona, destacando su belleza natural y su territorio casi virgen, y la llamó la "Suiza de Sudamérica" por sus lagos y cumbres nevadas.

La propaganda turística tuvo su correlato en la demanda de los viajeros por visitar ese territorio, la que fue aumentando anualmente. Asimismo, el Estado lideró numerosas iniciativas en esta zona, destinadas a mejorar sus condiciones de transporte y alojamiento. Entre ellas, el establecimiento de trenes "expreso", la construcción de grandes hoteles y el mejoramiento de los caminos.

A través de la propaganda turística que Ferrocarriles del Estado realizó en la Guía del Veraneante, esta empresa contribuyó a la conformación de un imaginario particular del sur de Chile, en el que destacaron sus atractivos naturales y en el que su componente indígena no fue considerado mayormente. Con ello, el Estado "logró transformar las percepciones sobre un territorio originalmente asociado a lo 'salvaje', hasta convertirlo en la sede oficial de la apacibilidad del veraneo nacional que se nutre de la contemplación de panoramas bellos compuestos por lagos, bosques y volcanes" (Rodrigo Booth. "Turismo y representación del paisaje. La invención del sur de Chile en la mirada de la Guía del Veraneante (1932-1962)", Nuevos Mundo Mundos Nuevos, 2008).

Aunque no con la misma intensidad que la región de Los Lagos, la zona austral del país también fue promocionada a través de esta publicación. En los años treinta, la revista afirmó que este territorio poseía una belleza diferente y una "hermosura sin parangón", pero que no ofrecía suficientes comodidades para el turismo (Guía del Veraneante 1939. Santiago: Talleres de los FF.CC. del E, 1938, p. 9). Sin embargo, desde 1939 esta situación comenzó a cambiar, ya que la empresa abrió un servicio de vapores que conectó esta zona con el resto del país.

La Guía también destacó la importancia que la zona austral tenía para la economía nacional, gracias al auge de la ganadería y al descubrimiento de pozos petrolíferos en la década de 1940. Según la Guía del Veraneante 1949, con ello "la extensa y valiosa zona magallánica se incorpora de lleno a la vida económica del país, como ocurrirá, sin duda, más tarde con la Antártica, el vasto continente sobre el cual asisten a Chile probados e indiscutibles derechos de soberanía" (Santiago: Talleres Gráficos de los FF.CC. del E., 1948, p. 260).

Los derechos de soberanía que el Estado chileno reclamó sobre la Antártica fueron señalados en varias ocasiones en la Guía, mediante la inclusión de justificaciones históricas de dichos derechos y la publicación de un mapa que indicó el territorio chileno antártico (cf. Guía del Veraneante 1949. Santiago: Talleres Gráficos de los FF.CC. del E., 1948).