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El castigo de la calumnia (1868)

En el segundo semestre de 1868, el entonces diputado por Valdivia, Benjamín Vicuña Mackenna (1831-1886), protagonizó una polémica en la prensa que terminó en juicios de imprenta, debido a las acusaciones por calumnia que interpuso en contra de los periódicos El Ferrocarril (1855-1910), La Linterna del Diablo (1867-1876) y El Charivari (1867-1870).

La polémica con El Ferrocarril surgió de tres artículos aparecidos en los números 4008, 4012 y 4015, en los que se le acusaba de haber realizado negocios con dinero estatal por medio de la compra de buques mientras era agente confidencial de Chile en Estados Unidos. De la autoría de los artículos se hizo responsable su editor, José Francisco Godoy (1851-1930), quien finalmente fue declarado inocente por el jurado.

En El Charivari y La Linterna del Diablo -cuyos editores eran, respectivamente, Vicente Grez (1847-1909) y Fanor Velasco (1843-1907)- se publicaron caricaturas y artículos en apoyo de El Ferrocarril. Entre estos textos, Vicuña Mackenna denunció tres composiciones en verso que consideró calumniosas.

En la acusación hecha a La Linterna del Diablo, Benjamín Vicuña Mackenna aludió a dos publicaciones: "El Gran Riviere II", firmada por "Mefistófeles", y "Al Ferrocarril" por "D. R. Piña", aparecidas en la edición número 42 del periódico. El diputado por Valdivia atribuyó la primera composición a Luis Rodríguez Velasco (1838-1919) y la segunda a Fanor Velasco en su texto El castigo de la calumnia, libro que reunió diferentes textos del proceso. En este indicó que la "estúpida parodia de la célebre composición de Calderón de la Barca -La vida es sueño- ha sido atribuida a un Fanor Velasco, el mismo payaso vulgar a quien el juez, por respeto al jurado hizo callar cuando, con impavidez de que no hay ejemplo, pretendió defender con retruécanos y chuscadas esta misma necedad" (Vicuña Mackenna, Benjamín. El castigo de la calumnia: compilación de las principales piezas de los procesos de imprenta promovidos contra el diario "Ferrocarril" i los periódicos "La Linterna del Diablo" i "El Charivari". Santiago: Imprenta de la República, 1868, p. 58).

Con posterioridad, Rómulo Mandiola y Fanor Velasco, hijo, atribuyeron ambas composiciones a Fanor Velasco, quien, finalizado el juicio, fue declarado culpable y condenado a pagar cuatrocientos pesos de multas y pago de costas.

En el caso de El Charivari, se denunció la composición "Benjamín Ne-Shan-Nok" atribuida a Luis Rodríguez Velasco, en la que se hacía referencia explícita al nombre y roles ejercidos por Vicuña Mackenna, acusándolo de entrometido, fraudulento y de ser un hombre inconstante en sus opiniones. Aunque Rodríguez Velasco fue declarado culpable, según Fanor Velasco Velásquez, la autoría de esta composición también correspondía a su padre (Velasco Velásquez, Fanor. "Sinopsis de la producción intelectual de don Fanor Velasco". Revista Chilena de Historia y Geografía. Año XII, número 46, 1922, p. 270).

La defensa de estos tres periódicos se basó, principalmente, en el argumento de que con esta acusación se estaba atacando a la libertad de prensa. Entre los defensores de los medios, intervino Fanor Velasco en apoyo de La Libertad Electoral arguyendo que en la primera composición acusada no había referencia a Vicuña Mackenna por lo que no podía ser considerada una injuria y, sobre la segunda, indicó que correspondió a "una simple imitación sin objeto ni arte, de la Vida es sueño de Calderón de la Barca, que probablemente ni noticias tuvo de que alguna vez debía venir al mundo este acusador universal que ha sembrado el espanto y el terror de todos los corazones, que ha hecho apagarse la voz en todas las gargantas y que quiere condenar a un reposo absoluto a todas las prensas del universo" (Velasco, Fanor. Suplemento de La Linterna del Diablo. Número 42. Santiago, 19 de septiembre de 1868, p. 1).

Días más tarde, el 27 de septiembre, el Club de la Reforma, dirigido por Jerónimo Urmeneta (1816-1881), decidió dar un banquete en celebración de la prensa libre y de los autores acusados, en el que participaron, además de su director, Justo Arteaga Alemparte (1834-1882), José Victorino Lastarria (1817-1888), José Manuel Balmaceda (1840-1891), Vicente Reyes (1835-1818), Marcial Martínez (1833-1918), Luis Rodríguez Velasco, Manuel Salustio Fernández (1826-1906), Francisco Anjel Ramírez, Guillermo Matta (1829-1899), Adolfo Valderrama (1834-1902), Fanor Velasco, José Francisco Godoy y Juan Agustín Palazuelos (1840-1897) (El Ferrocarril. Número 4032. Santiago, 29 septiembre 1868, p. 2). A partir de esta polémica el Club de la Reforma se manifestó ante la necesidad de una reforma a la ley de prensa por las restricciones que suponía para los medios de comunicación.