En 1983, el Teatro Q nació como una alternativa a la enseñanza del teatro tradicional: una instancia formativa gratuita para personas de barrios y poblaciones de Santiago. Esta agrupación, cuyos montajes han sido descritos como teatro popular, aficionado, periférico o ingenuo, es el objeto de investigación del nuevo minisitio colaborativo de Memoria Chilena, Compañía Escuela Teatro Q (1983-1992).

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Desarrollado en conjunto con Circo del mundo-Chile, este minisitio presenta la labor de una agrupación que entendió la formación escénica y la representación teatral como una herramienta de expresión, comunicación y de democratización. La investigación fue llevada a cabo por Alejandra Jiménez Castro, directora ejecutiva de Circo del mundo-Chile y autora del libro Compañía Teatro Escuela 'Q': un hito de los años 80 (2008), junto a Tahia Muñoz Jiménez.

El minisitio se llevó a cabo en gran parte en base a material de archivo que pertenece a Juan Cuevas (1952-2018), quien junto a la actriz María Cánepa (1921-2006) creó Teatro Q y, años después, fue uno de los socios fundadores del Circo del Mundo. A ese material se sumaron archivos guardados por dos actrices de la compañía, Ana Guiñez y Margarita Manríquez, quienes formaron parte del primer grupo de estudiantes que trabajaron con la agrupación.

En 1982 Cuevas y Cánepa invitaron a Héctor Noguera, José Pineda y Carlos Figueroa a integrar el equipo de la escuela de Teatro Q. Así iniciaron una actividad que continuaría hasta 1992 y que tendría a Cuevas como su director artístico hasta 1988.

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La investigación examina la metodología que caracterizó los talleres de Teatro Q. Sus orígenes estuvieron en talleres que Cuevas y Cánepa ofrecieron para jóvenes de sectores populares de la Región Metropolitana, con la intención de formar monitores que luego pudiesen continuar con la promoción del teatro en sus barrios y poblaciones. Esa labor social se mantuvo en Teatro Q, con montajes que eran creaciones colectivas y donde se favorecía la experimentación de sus integrantes.

En total, montaron 8 obras - dos de ellas orientadas al público infantil- que marcaron una concepción particular del teatro como expresión estética colectiva y democrática. Esta actividad se puede ver en fotografías que fueron donadas digitalmente a Memoria Chilena, además del libro Compañía Teatro Escuela 'Q': un hito de los años 80, de Alejandra Jiménez Castro, y la carpeta-expediente Compañía Escuela Teatro Q, manuscrito que sistematiza la historia de la agrupación. Además, el minisitio incluye los artículos de prensa "'Q' un aporte real", de la revista Solidaridad; "En busca de un teatro distinto", de la revista APSI; y "Hacer evidente lo cotidiano", de la revista CAUCE.

Cuatro obras de la Compañía Escuela Teatro Q se presentan a partir de material de archivo digitalizado. La primera fue Los jueces y los reyes (1983), un ejercicio a partir del cuento homónimo escrito por el padre Esteban Gumucio. El montaje se puede apreciar en 9 fotografías y un manuscrito, además de artículos publicados en La Segunda, Análisis y La Bicicleta. De 1984, se presentan Bernardita y Gabriel García Márquez habla por nosotros. Sobre ellas, se incluyen carpetas-expedientes digitalizados de cada obra, además de un artículo de la revista APSI y afiches de promoción de cada montaje.

El minisitio también presenta fotografías de las obras En la diestra de Dios padre (1985) y Romeo y Julieta (1987). De esta última, también incluye la carpeta-expediente del montaje y el artículo publicado en revista Apsi, "Shakespeare en la calle. El Teatro Q y Romeo y Julieta".

Teatro Q también creó dos obras infantiles, que se presentan a través de las digitalizaciones de las carpetas-expedientes de Cada niño una historia (1984) y Esos juegos que hablan de niños (1986). Estas piezas fueron concebidas como un juego colectivo y didáctico que concluía con los niños y las niñas asistentes dejando sus impresiones en dibujos y escritos. Cinco de esos documentos fueron digitalizados para el minisitio, además del afiche del montaje.

En mayo de 1988, la Compañía Escuela Teatro Q realizó una gira europea que duró más de tres meses y la llevó a ciudades de Alemania y Suecia. De la gira se presentan cinco fotografías y un folleto del programa. Los conflictos que suscitaron en ese viaje derivaron en la salida de Juan Cuevas y los demás componentes del equipo conductor. Comenzó así la etapa final de Teatro Q que, sin su equipo original, estrenó la obra Macbeth en 1989 y un último montaje, Un poco de todo, en 1992.