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Mujeres

La vida cotidiana de las mujeres estuvo marcada por el sector social en el que nacían. Las mujeres que llegaron a Chile durante la conquista provenían de España, Perú, México y Portugal; y se sumaron a la empresa de la conquista defendiendo las ciudades atacadas por los indígenas, ayudando en el traslado de ancianos, niños y mujeres o acompañando a los conquistadores en el día a día. Estas tareas impidieron que las mujeres recién llegadas se dedicaran a las tareas domésticas, para lo que utilizaron, en un comienzo, a indígenas y esclavas. Con el paso de los años contrataron a mestizas, dando inicio así al servicio doméstico.

En cuanto a la vida privada de las mujeres, quienes recibían educación fueron primordialmente las mujeres de élite, a quienes se les enseñó temáticas relacionadas al manejo del hogar y educación religiosa. Algunas más privilegiadas tuvieron acceso a educación en el hogar o a cargo de monjas. En esta época era raro que las mujeres se educaran e incluso, que aprendieran a leer o a escribir.

Otro espacio de enseñanza y de recogimiento fue el espacio conventual, en donde las mujeres entraban para resguardarse y para aprender diversas labores asociadas al mundo religioso.