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Antologías de poesía recopiladas por Armando Donoso

La influencia de Armando Donoso en la literatura chilena de la primera mitad del siglo XX no se redujo a su trabajo como crítico literario en diarios y revistas, además, prestó asesoría a editoriales como Nascimento, Zig-Zag o Ercilla, recopiló la obra de escritores nacionales y extranjeros y participó de la creación de tres antologías de poesía chilena.

Mientras realizaba estudios de humanidades en el seminario de Lübeck, Alemania, Armando Donoso preparó, a petición de la casa editora Maucci de Barcelona, una selección de 48 poetas que se publicó en 1910 bajo el título de Parnaso chileno.

Esta antología, dedicada "a la memoria del poeta de Ritmos", Pedro Antonio González (1863-1903), incluyó poemas de Salvador Sanfuentes (1817-1860), Mercedes Marín (1804-1866), Rosario Orrego (1834-1879) y Guillermo Matta (1829-1899), como representantes del romanticismo decimonónico, y una selección amplia de la obra de poetas contemporáneos a Donoso como Manuel Magallanes Moure (1878-1924) y Pedro Prado (1886-1952), quien dos años antes, en 1908, había publicado Flores de cardo, libro que supuso una ruptura en la lírica nacional por el uso del verso blanco.

La primera edición de Parnaso chileno integró, además de la selección de Donoso, una segunda serie de poetas a cargo de la escritora española, Emilia Serrano de Tornel, conocida como Baronesa de Wilson. En total, Parnaso chileno compiló poemas de 68 poetas chilenos. Según Juan Mujica, la casa editora Maucci publicó en 1930 una edición ampliada de esta obra con un total de 114 poetas, cuya selección fue encargada "al profesor Tobías Vera" (Mujica, Juan. "La obra literaria de Armando Donoso". El Mercurio. Santiago de Chile, 10 de diciembre, 1972, p. 6).

En 1917, a través de las ediciones del grupo Los Diez, apareció Pequeña antología de poetas chilenos contemporáneos. Este libro, que reunió a 24 poetas seleccionados por Ernesto A. Guzmán, fue encabezado por una introducción de Armando Donoso en la que revisó la evolución de la poesía chilena haciendo énfasis en las tendencias estéticas que comenzaron el proceso de renovación literaria de la tradición poética nacional: "Si se nos exigiera caracterizar nuestro lirismo del momento, no vacilaríamos en decir que su interés reside directamente en su personalidad singular (…). Personales en sus ideas y en sus sentimientos son nuestros mejores poetas de la hora presente" ("La evolución de nuestra poesía lírica". Pequeña antología de poetas chilenos contemporáneos. Santiago: Ediciones Los Diez, 1917, p. 28).

El horizonte de producción desde el que emergió el trabajo crítico de Donoso, influido por el naturalismo en la novela y un modernismo ya consolidado en la poesía, se caracterizó por la aparición de nuevas tendencias literarias que marcaron la transformación del canon chileno de comienzos de siglo XX (Carrasco, Iván. Procesos de canonización de la literatura chilena. Revista chilena de literatura. Número 73, noviembre de 2008, pp.139-161). En este contexto, apareció uno de sus proyectos más ambiciosos, la antología Nuestros poetas, publicada en el año 1924.

En esta antología, encabezada por un prólogo que presenta a 49 poetas, Armando Donoso dividió la historia de la poesía chilena moderna en tres periodos para dar cuenta del desarrollo estético contemporáneo, desde el alejamiento de los modelos literarios europeos que observó en poetas como Pablo Garriga (1853-1893) y Eduardo de la Barra (1839-1900), hasta la renovación que representaron nuevas tendencias poéticas como el nacionalismo literario de Diego Dublé Urrutia (1877-1967), Antonio Orrego Barros (1880-1974) o Antonio Borquez Solar (1874-1938), el mundonovismo de Francisco Contreras (1877-1933) y la poesía de raigambre popular y de reivindicación social de Carlos Pezoa Veliz (1879-1908) o Víctor Domingo Silva (1882-1960).

Según Guillermo Feliú Cruz, esta antología era apenas el punto de partida de un trabajo literario mayor que incluiría otros dos volúmenes recopilatorios: Nuestros Prosistas y Nuestro Teatro, además de una Historia de la literatura chilena: "Tan vasto plan no se cumplió, pero sabemos que Donoso trabajó constantemente en la acumulación de materiales para realizar la obra y especialmente dedicó mucho tiempo a la de los antecedentes de la historia literaria" (Armando Donoso y su tiempo. Santiago de Chile: Nascimento, 1969, p. 191).