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Armando Donoso y Enrique Matta Vial

Así se ha ido este hombre bueno y único, en silencio, reposadamente, hacia el seno de la muerte, que nunca aguardó con sobresaltos, porque era para él como una buena amiga a quien se espera encontrar en una hora cualquiera de la vida.

(Donoso, Armando. "Don Enrique Matta Vial". Revista chilena. Tomo XIV, número 53, 1922, p. 233).

Hacia el año 1909, tras asentarse en Santiago de Chile luego del viaje que emprendió a Alemania para cursar estudios de Humanidades en el Seminario de Lübeck, Armando Donoso ingresó a trabajar como oficial en el Ministerio de Instrucción Pública. Aquí conoció a Enrique Matta Vial (1868-1922), quien por ese entonces se desempeñaba como encargado de Visitación de Establecimientos Especiales y era un reconocido hombre de letras del Santiago de principios del siglo XX, entre otras razones, por haber creado y dirigido la publicación sobre literatura, historia y ciencias, Revista Nueva (1900-1903) (Feliú Cruz, Guillermo. Armando Donoso y su tiempo. Vida y obra de un crítico literario. Santiago: Nascimento, 1969, p. 26).

Matta Vial, de cuarenta años, ejerció sobre el veinteañero Armando Donoso "una profunda influencia intelectual". Estimulando su interés por el pasado nacional, animándolo en sus propósitos y ofreciéndose como guía, le allanó "el camino difícil que un escritor debía recorrer para hacerse una modesta situación" (Feliú Cruz, Guillermo, p. 26-29).

En este sentido, en el año 1910, Matta Vial, con el propósito de facilitar su carrera de crítico literario y asegurarle una nueva fuente de ingresos, por intermedio de su amigo Ricardo Salas Edwards (1870-1939), gestionó la participación de Donoso como colaborador de los periódicos La Unión, donde se desempeñó como crítico teatral, y El Diario Ilustrado.

De manera paralela, la amistad intelectual entre ambos se afianzó en las tertulias que se llevaban a cabo en la Librería de Guillermo Miranda, ubicada en la calle Compañía, esquina Bandera, donde concurrían escritores e intelectuales del tiempo y se fraguaron diversos proyectos, como el de la Revista Chilena (1917-1930) y algunas otras publicaciones: "Allí, instado por el interés siempre generoso de don Augusto Orrego Luco, concibió Ernesto de la Cruz la idea de preparar los epistolarios de O'Higgins y de Portales, el primero editado dentro y fuera del país y el segundo casi terminado ya; allí decidieron también a publicar su admirable Cosecha de Otoño a don Julio Vicuña Cifuentes, y al Doctor Orrego Luco sus inolvidables Retratos" (Donoso, Armando, p. 227-228).

Según su hermano Ricardo Donoso (1896-1985), la influencia de Matta Vial fue preponderante para consolidar su interés por la historia nacional e incentivó la serie de entrevistas y conversaciones a personalidades de la segunda mitad del siglo XIX que publicó bajo el título general de "Recuerdos de cincuenta años" en la revista Pacífico Magazine (Donoso, Ricardo. "Prólogo". Recuerdos de cincuenta años. Santiago: Nascimento, 1947, p. V-VI)

Producto de la influencia de Matta Vial en sus primeros años de trabajo intelectual, Donoso realizó el estudio "Francisco Bilbao y su obra", que publicó en los números 11 y 12 de la Revista Chilena de Historia y Geografía. Durante ese mismo año de 1913, este estudio, sumados otros dos capítulos y un texto de conclusión, fue editado a manera de libro por la Editorial Zig-Zag bajo el título Bilbao y su tiempo, con dedicatoria a Enrique Matta Vial.

En el año 1915, también dedicado a Matta Vial, Donoso dio a conocer el texto "Conversando con José Toribio Medina" en el número 31 de Pacífico Magazine que, durante ese mismo año, fue publicado como folleto con el título Vida y viajes de un erudito. Igualmente, el folleto impreso en 1916 por Imprenta Universitaria: Barros Arana y Mitre: una amistad literaria, fue publicado con anterioridad en el vigésimo primer número de la Revista Chilena de Historia y Geografía a instancias de Enrique Matta Vial.