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Poesía inicial de Vicente Huidobro (1911-1916)

A comienzos del siglo XX, Vicente Huidobro publicó en Chile cinco libros de poesía: Ecos del alma (1911), La gruta del silencio (1913), Canciones en la noche (1913), Las pagodas ocultas (1914) y Adán (1916). En estos libros, inscritos en lo que Nelson Osorio caracterizó como tercera promoción del modernismo, conviven rasgos del modernismo canónico con algunos procedimientos vanguardistas que dan cuenta de un momento de indefinición estética en la escritura del autor.

Para Osorio, el modernismo -como respuesta "estético-ideológica" a la modernización de las sociedades hispanoamericanas- fue un proceso complejo en el que convivieron tres promociones literarias: la de autores consagrados como Rubén Darío (1867-1916), el argentino Leopoldo Lugones (1874-1938) o los mexicanos Amado Nervo (1870-1919) y José Juan Tablada (1871-1945); la generación postmodernista de autores como el guatemalteco Rafael Arévalo Martínez (1884-1975), el mexicano Ramón López Velarde (1888-1921) o Pedro Prado (1886-1952); y la tercera promoción de quienes, sin proponer una nueva estética, "…empiezan a balbucear las primeras incipientes notas de lo que será el vanguardismo" ("Prólogo". Manifiestos, proclamas y polémicas de la vanguardia literaria hispanoamericana. Caracas, Venezuela: Ayacucho, 1988, p. XIX-XX).

Inscrita en esta tercera promoción, la poesía inicial de Huidobro dialogó con la estética modernista y, de manera paulatina, fue perfilando los fundamentos del creacionismo. En el caso de Canciones en la noche, a pesar de la existencia de procedimientos vanguardistas como los caligramas de la sección "Japonerías de estío", prevalecen en el libro temáticas propias del modernismo: la referencia a Japón como espacio exótico y la "melancolía", comprendida como la relación dolorosa entre el poeta y su pasado lejano (Bary, David. "Vicente Huidobro: Comienzos de una vocación poética". Revista Iberoamericana. Volumen XXIII, número 45, enero-junio de 1958).

Indicios más claros del creacionismo, aunque incipientes, aparecieron, según David Bary, en Adán: "En el poder creador del ojo y de la voz del poeta Adán, encontramos anticipaciones innegables del Huidobro creacionista. Pero el estilo discursivo y didáctico del poema dista mucho del lirismo puro de Horizon carré; y en Adán, como en los otros libros de inspiración panteísta, el poeta canta el mundo de la naturaleza, no un mundo autónomo creado por él" (p. 40-41).

En este sentido, aunque Huidobro ya había dado cuenta de sus ideas creacionistas en manifiestos contemporáneos como "Non serviam", leído en el Ateneo de Santiago en 1914, y la sección final de "Yo", texto autobiográfico publicado en Pasando y pasando (1914), para Óscar Hahn, "ni La gruta del silencio, ni Canciones en la noche, ni los salmos y parábolas de Las pagodas ocultas, ni los cantos de Adán, se rigen por otro canon que no sea el tradicional, pre-vanguardista. Incluso los caligramas que aparecen en Canciones en la noche, a pesar de su audaz composición gráfica, solo repiten el ya obsoleto lenguaje del parnasianismo hispanoamericano" ("Los desfases de Huidobro". Hispanic Poetry Review. Volumen 1, número 1, 1999, p. 1).