El desarrollo de los estudios sobre la nutrición y alimentación en Chile tuvo su origen en la preocupación de académicos, profesionales y servidores públicos que, desde diversas áreas del conocimiento, confluyeron en buscar soluciones y promover políticas públicas para hacer frente a los problemas alimenticios de la población.

Las primeras iniciativas fueron impulsadas por médicos y organismos vinculados al área de la salud, como el Ministerio de Salud o distintas facultades universitarias de medicina.

En enero de 1931, se realizó en Valparaíso el primer Congreso de Alimentación Popular, organizado por doctores que afirmaban que "el problema de la alimentación popular en el mundo está más que nunca de actualidad (…) en este momento la paradojal situación de que, habiendo un exceso de producción, sin embargo, el pueblo en general padece de falta de alimentación" (Revista de Alimentación Popular, Año I, Valparaíso, octubre de 1930, nº 1, p. 3).

El desarrollo de las instituciones académicas volcadas al estudio de la alimentación tiene su origen en 1939 con la fundación de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Chile. A partir de este hito, proliferaron sociedades, laboratorios e instituciones de diversa índole, que agruparon a quienes buscaban estudiar y trabajar en superar las barreras de la mala alimentación.

Durante los años setenta se crearon instituciones que resultaron decisivas en la superación de los índices de desnutrición del país. El Consejo Nacional para la Alimentación y Nutrición (1974) y el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile (1976), en el que se destaca la labor del doctor Fernando Monckeberg, incorporaron los avances y estudios que se habían realizado entorno a las ciencias médicas y la tecnología para promover políticas alimentarias. Estos esfuerzos fueron fundamentales para que hacia fines del siglo XX los índices de desnutrición y mortalidad infantil se redujeran significativamente.