Subir

Introducción de la imprenta en América según Amunátegui y Barros Arana

Durante el año 1872 se publicaron en la Revista de Santiago dos artículos sobre la imprenta en América: "Ensayo sobre los orígenes de la imprenta en la América española", de Miguel Luis Amunátegui (1828-1888) y "Apuntes para la historia del arte de imprimir en América", de Diego Barros Arana (1830-1907).

Según Amunátegui la imprenta fue introducida en América por el virrey de Nueva España Antonio de Mendoza en 1535. Instalada en la ciudad de Méjico, allí se imprimió "el primer libro" en suelo americano: Escala Espiritual para llegar al cielo de San Juan Clímaco, traducido por el fray Juan de Estrada, alias de la Magdalena, cuya fecha de publicación exacta "no se conoce, y que tal vez no podrá conocerse nunca" ("Ensayo sobre los orígenes de la imprenta en la América española". Revista de Santiago. Tomo I. Santiago de Chile, 1872, p. 358). Hacia fines del siglo XVI, la imprenta se introdujo en Perú, donde se imprimió el primer libro de un escritor nacido en Chile, Arauco domado de Pedro de Oña en 1596.

La expansión de la imprenta por el resto de Sudamérica se dio gracias en parte a las misiones jesuitas, a través de las que se logró instalar imprentas en las regiones cercanas al río de La Plata hacia mediados del siglo XVIII; en Paraguay, donde se imprimieron, "entre los años 1705 y 1727, una serie de libros doctrinales, gramáticas y diccionarios de la lengua guaraní" (p. 364) y en Santa Fe de Bogotá en 1738.

A comienzos del siglo XIX, en la coyuntura del apresamiento del rey Fernando VII por Napoleón, en Venezuela, el presidente Juan de Casas "dio permiso para que se trajera a Caracas una imprenta, donde pudiera darse a luz un periódico que avivara el entusiasmo de los habitantes a favor del rey Fernando, y en contra del francés invasor" (p. 366).

La primera imprenta -"digna de ese nombre"- se introdujo en Chile, específicamente, "en noviembre de 1811" y la primera publicación que se realizó con ella fue el prospecto de la Aurora de Chile (p. 368).

Algunos meses después de la publicación del texto de Amunátegui, el historiador Diego Barros Arana recogió este trabajo con el propósito de expandir y complementar su investigación. Incluyó datos sobre la llegada de la imprenta a Cuba, Uruguay, Bolivia, Brasil, Guyana e hizo especial énfasis en su introducción en las colonias inglesas de América del Norte a partir del examen del libro Historie de la presse en Angleterre et aux Etats Unis de M. Cucheval Clarigny.