En sus inicios, la Revista de Filosofía publicó artículos en su mayoría relativos a filósofos europeos: Descartes, Kierkegaard, Goethe, Husserl, Scheller, Ortega y Heidegger. Muy excepcionalmente se hacía referencia a algún pensador chileno. Cabe mencionar, por ejemplo, el artículo “Lastarria” (Revista Filosofía V°2 N°1, 1952), de Luis Oyarzún. En 1966 otro escrito de Oyarzún - “Ideas sobre el arte contemporáneo” -, fue uno de los primeros estudios estéticos realizados en nuestro país (Revista Filosofía V°13 N°1, 1966).

En 1969, se publicó un segundo número del volumen correspondiente a ese año,  dedicado a Nicolás Maquiavelo en el quinto centenario de su nacimiento. Posteriormente, se publicó un número dedicado a Baruch Espinoza, con artículos de Mario Ciudad, Ramón Menanteau, Carlos Miranda y Humberto Giannini.

En 1991, con motivo de los 50 años de la Revista Filosofía, se editó un número especial con el índice de la misma, con un recuento de los distintos intelectuales que han escrito en ella y las temáticas respectivas. En ese índice, se puede advertir la censura del N°14 V°1: la Revista Negra, quedando su publicación fuera de los registros oficiales de la Universidad de Chile.

En el período más reciente, se advierte una extensión de las temáticas abordadas en la Revista: comienzan a aparecer numerosos artículos sobre pensadores chilenos, desde Bello, Lastarria y Bilbao hasta figuras como Jorge Millas y Luis Oyarzún, de historiadores pensadores como Mario Góngora y Alberto Edwards, y de temas relativos a educación, filosofía política y pensamiento latinoamericano. La conmemoración del Bicentenario (1810-2010), dio lugar a la publicación de un apartado especial consagrado a la república y el republicanismo, a las ideas de Alberdi y de Sarmiento, entre otros temas pertinentes a esa efemérides (Vol. XL VII, 2011). La Revista tampoco ha permanecido ajena a los acontecimientos del mundo; las transiciones a la democracia, la globalización y la modernización, con sus efectos culturales y políticos, comenzaron a ser tematizados en la producción filosófica de habla hispana desde fines del siglo pasado. La Revista ha abierto sus páginas a esas lecturas filosóficas del presente, al análisis del pensamiento económico y del pensamiento histórico –la llamada “historia reflexiva”-, es decir, a los diferentes cruces disciplinarios. Todo eso en el entendido que la filosofía no conoce restricciones en cuanto a las preguntas y que es el modo de pensar lo que define aquello que es de su competencia. “La filosofía no tiene objeto” significa, justamente, que no tiene uno solo sino que su “objeto” es el todo.