Subir

Bibliotecas pertenecientes a órdenes religiosas

Las órdenes religiosas concentraron la mayor cantidad de bibliotecas durante la colonia, formando los espacios bibliográficos más valiosos de Chile. Los primeros libros llegaron con los mismos religiosos que los consideraban instrumentos de comunicación de ideas, una ayuda a la propagación de la fe católica y también a la difusión de conocimientos y formas de pensamiento.

Por lo general las temáticas de los libros eran mayoritariamente de teología y derecho civil o canónico, aunque siempre tenían algunos ejemplares de los clásicos latinos y filósofos de la Iglesia como San Agustín y Santo Tomás.

El convento de Santo Domingo en Santiago, contaba con una colección de 5.000 ejemplares. Por su parte, la biblioteca del convento de San Agustín tenía una colección heredada por Agustín Carillo de Ojeda que, incrementada con el tiempo alcanzó cerca de 3.000 volúmenes a fines del siglo XVIII. En 1799 los franciscanos realizaron un inventario de su biblioteca que reveló que tenían más de 3.000 volúmenes, mientras que la del convento de la Merced, para la misma fecha tenía cerca de 700 ejemplares.