Siguiendo los modelos europeos y tras la independencia de Chile surgió la intención, entre los grupos más ilustrados, de organizar una sociedad que se preocupara del progreso del país, el bienestar de la población y específicamente al desarrollo de la agricultura.

En este contexto y por iniciativa de José Miguel de la Barra, en 1838, un grupo de intelectuales entre los que se encontraban Andrés Bello, Manuel de Salas, José Santiago Aldunate, Pedro Palazuelos, Rafael Larraín, José Gabriel Palma y Domingo Arlegui, fundaron la "Sociedad Chilena de Agricultura y Colonización" con la misión de profesionalizar el desarrollo agrícola y científico relacionado con su producción.

Dentro de sus objetivos principales se encontraba estimular, dirigir y propagar estudios y métodos para mejorar el cultivo; proteger la conservación de los bosques e influir en la legislación que buscó regular distintos aspectos asociados a lo agrario.