"Como a treinta leguas de allí se encuentra el hermoso Salto del Laja, verdadero Niágara de Chile, testigo de tantas correrías del fiero araucano, e inagotable fuente de inspiraciones poéticas para un chileno". Corría el verano de 1845 y así se refería Ignacio Domeyko a esta porción de nuestro territorio -actual provincia del Biobío-, aún desconocida para muchos de los habitantes del Chile de la época. Esta descripción luego sería incorporada en su obra Araucanía y sus habitantes (1846), y es también recogida por el libro La ruta de los naturalistas. Las huellas de Gay, Domeyko y Phillippi (2012), publicado gracias al auspicio de Larraín Vial y el patrocinio de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile.

De acuerdo al historiador Rafael Sagredo Baeza -director del Centro de Investigaciones Diego Barros Arana y académico de la Universidad Católica-, el objetivo principal del libro es dar a conocer y acercar al público a las figuras de los naturalistas Claudio Gay (Francia, 1800-1873), Ignacio Domeyko (Polonia, 1802-Santiago, 1889) y Rodulfo Amando Philippi (Alemania, 1808-Santiago, 1904) a través de una reconstrucción de los itinerarios de las excursiones que realizaron por Chile.

Según Sagredo, "se trata de humanizar a los científicos, acercarlos al común de las personas a través de la posibilidad de revivir nosotros sus experiencias pues, más allá de mostrar su obra, lo que se hace en el libro es transmitir cómo se dejaron conmover por la naturaleza chilena; señalar qué fenómenos naturales presenciaron y cuál fue su percepción de las especies que fueron encontrando y documentando. Por lo mismo, escogimos temas, lugares y trayectos que no han sufrido modificaciones evidentes a lo largo del tiempo, y que el lector hoy podría perfectamente visitar dos siglos después de esas expediciones, y revivir las emociones de estos naturalistas". Así ocurre por ejemplo con la travesía de Philippi por el desierto de Atacama o lasexcursiones cordilleranas de Domeyko. 

Cabe recordar que los tres científicos extranjeros llegaron contratados por el gobierno de Chile, entre los años 1830 y 1850, con la idea de dar forma a un "gran inventario nacional", así como reforzar los cuadros académicos de instituciones como la Universidad de Chile, el Instituto Nacional o el Museo Nacional (en el caso de Philippi).

El libro dedica un capítulo a cada uno de estos naturalistas -con textos de Rafael Sagredo Baeza-, comenzando por el trabajo realizado por Claudio Gay a lo largo de 11 años en nuestro territorio (1830-1841), cuyo resultado son los 30 tomos que componen su Historia Física y Política de Chile: la obra más vasta y completa que se ha escrito sobre el mundo cultural y natural del país. Gay se transformó así en el primer estudioso con formación científica moderna en observar y describir el patrimonio natural chileno, tarea que también ilustró a través de su Atlas de la historia física y política de Chile.

Ignacio Domeyko, quien llegó al puerto de Coquimbo en 1838 para desempeñarse en un principio como profesor de Química y Mineralogía en el Liceo de La Serena, realizó una labor similar, con énfasis en el estudio de la Geología y la Mineralogía, y la descripción de las costumbres mineras, campesinas y citadinas de los chilenos de la época.

El volumen también reconstruye las travesías del alemán Rodulfo Amando Philippi por el país: en 1852, por la provincia de Valdivia; y en el verano de 1854 por el entonces llamado "descampado de Atacama". Durante este último viaje, el ciudadano alemán recolectó alrededor de 400 especies de plantas y realizó mapas que incluían detalladas descripciones del clima, lafauna y la geografía del desierto más árido del mundo. 

Junto con rescatar fragmentos de los diarios de viaje de los naturalistas, en un cuarto apartado se propone un recorrido visual por algunas de las localidades visitadas y documentadas en el siglo XIX por Gay, Domeyko y Phillippi, ahora vistas desde la actualidad; tarea a cargo del fotógrafo Max Donoso.

La ruta de los naturalistas. Las huellas de Gay, Domeyko y Phillippi está disponible para su consulta gratuita en línea por parte de los usuarios, quienes también pueden acceder a él a través delSistema de Bibliotecas Públicas.

*Créditos imagen: Max Donoso/Claudio Gay