En Memoria Chilena recordamos a estos dos grandes cantautores chilenos, exponentes de la canción popular. La música y el compromiso social acercó sus vidas, y la fuerza de sus voces y composiciones se volcaron para siempre en la búsqueda de las raíces de la identidad latinoamericana.

Violeta Parra, hija de una familia tradicional del sur de Chile, nació en San Carlos en 1917 y vivió su niñez en distintas localidades de la zona de Chillán, sector donde tuvo sus primeras experiencias artísticas. Tempranamente se inició en el canto.

Victor Jara, de origen campesino, nació el 28 de septiembre de 1932. Su infancia la pasó entre Chillán Viejo y Lonquén, y en 1944 llegó a Santiago junto a su familia. En 1953 inició, formalmente, su incursión en la música, ingresando al coro de la Universidad de Chile.

Violeta Parra fue un punto de partida para el movimiento musical chileno generado desde la década de 1950. Su arte musical tuvo también estrechos lazos con la Nueva Canción Chilena. Años más tarde, en 1957. Víctor Jara seguiría el mismo camino, iniciando su labor en la música popular con la participación en el grupo Cuncumén, luego como director artístico del conjunto Quilapayún, como colaborador en el conjunto Inti Illimani y su destacada participación como número estable en la Peña de los Parra.

Sus vidas se entrelazaron por esta época en un objetivo común y ambos, aún después de sus trágicas muertes, lograron mantener su creación artística en el tiempo.

Sus voces, y sus luchas, trazaron el camino de nuevas generaciones convirtiéndose en parte del alma de América Latina.