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Estanco del tabaco

La empresa Portales, Cea y Compañía se interesó en la administración del monopolio del tabaco, gestionado desde 1753 por el Estado. La asfixiante situación en que se encontraba la hacienda pública una vez concluida la guerra de independencia, motivó a las autoridades a licitar a privados el estanco. Le correspondió al gobierno de Ramón Freire firmar con la compañía la adjudicación de la licitación. Aquella debía hacerse cargo de la deuda que el fisco mantenía con la banca británica y saldar así, el primer empréstito público contraído durante la vida independiente del país. La firma adquiría a cambio la exclusividad nacional en la venta de tabaco, naipes y licores extranjeros. Sin embargo, el contrabando y la débil fiscalización del gobierno, motivaron el fracaso definitivo del negocio. En 1826, el Congreso Nacional puso fin al contrato luego de una indemnización a los socios.

A continuación se presentan algunos documentos oficiales relativos al estanco, seguido de un análisis crítico de la adjudicación y administración del mismo, a cargo del historiador Gabriel Salazar. Además, se ofrece una presentación del estanco del historiador Ernesto de la Cruz, junto a una breve carta enviada por Diego Portales a José Antonio Pérez Cotapos, relativa a la dificultosa marcha cotidiana del estanco. Finalmente, un extracto de la novela sobre Diego Portales de Magdalena Petit, centrado en la gestación, desarrollo y crisis final del negocio.